Silencios, reproches y enfrentamientos: ¿cómo se perfila el PJ para el 17 de noviembre?

Corre el reloj. Ha comenzado la cuenta regresiva para el 17 de noviembre, fecha que todos los peronistas han marcado en su calendario. Algunos de forma positiva y otros con temor a lo que pueda suceder, pero todos con expectativas altas sobre cómo será el reordenamiento del Partido Justicialista a partir de ese día.

Hay movimientos desde todos los sectores del peronismo, pero también hay distintas posiciones pensando en si el reacomodamiento tiene que darse ese 17 de noviembre o si tal vez debe darse después de las elecciones legislativas del próximo año. Hoy todo es discusión

Entre movimientos y silencios, recientemente ha quedado expuesta una de las posiciones dentro del PJ. Uno de sus protagonistas es Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, un hombre importante en el sur del conurbano bonaerense que representa y tiene peso en la tercera sección electoral. Hace algunos días hizo publico algo que implicaba, desde hace tiempo, una posición muy marcada para con Cristina Fernández de Kirchner.

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Ferraresi pide reflexión, considera que los dirigentes "a dedo" no funcionan y que eso ha quedado demostrado después del escándalo con el ex presidente Alberto Fernández. Lo que también dice es que si ellos (los militantes) no están convencidos, no pueden convencer a nadie; lo que implicaría un fracaso absoluto en lo que se viene en la agenda política.

Lo que Ferraresi sabe además es que una buena parte del electorado alineado al peronismo, votó en el ballotage de las elecciones presidenciales a Javier Milei.

Para Ferraresi, como para otros dentro del peronismo, el gran capital es el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires: Axel Kicillof, transcurriendo su segundo mandato en ejercicio y sin posibilidad de reelección en PBA lo perfilan como el único candidato viable para el 2027.

Candidato. Kicillof se perfila como el posible postulante del PJ para las elecciones presidenciales de 2027.

"Para salir a convencer, primero tenemos que estar convencidos nosotros. Y a veces convencerse de algunas cosas es bastante difícil. Entonces me parece que es un ciclo que está terminado", dijo Ferraresi públicamente y casi firmo una sentencia de muerte para la representatividad de la dos veces presidente de la nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Claro que esa posición trajo la respuesta pertinente de La Cámpora quien considera que los últimos fracasos peronistas son capital de Alberto Fernández y no de Cristina; que en los últimos casi 30 años el peronismo gano solamente en tres elecciones (2007,2011,2019) y que, en todas ellas, CFK estaba en la boleta.

Además, Ferraresi se negó a apoyar a Wado de Pedro como candidato del kirchnerismo para las ultimas elecciones presidenciales. Del otro lado de la vereda, como candidato de Alberto Fernández estaba Daniel Scioli, actual funcionario del Gobierno de Milei, que para muchos nunca fue siquiera una opción.

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Con el diario del lunes, esas críticas toman sentido. Tampoco es que Ferraresi estuvo de acuerdo con la candidatura del ex ministro de economía Sergio Massa, tenía/tiene una muy buena relación con Martin Guzmán. Aunque puertas adentro intentaron recordarle que Kicillof fue un buen beneficiario de la gestión de Sergio Massa frente al Ministerio de Economía, algunos creen que al intendente Ferraresi "le falla la memoria".

Otros se preguntan si Cristina Fernández podría llegar a redoblar la apuesta y presentarse ella misma como una opción (o la única) para la presidencia del PJ. Desde su núcleo cercano, no dan declaraciones al respecto.

Posición marcada. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, pidió que no se elijan más candidatos "a dedo".

Otra de las posiciones bien marcadas ha sido por parte de Jorge Capitanich, ex gobernador de Chaco, que pide tiempo. Capitanich considera que la reorganización debe darse después de las elecciones legislativas del 2025.

Lo dijo públicamente: "no se puede prescindir de la planificación y de la conducción". "Hay que hacer madurar bien los procesos", dijo y agregó que lo primero que debe hacer es ver cómo se organiza para la elección legislativa y que a partir de ahí "surjan liderazgos que efectivamente también puedan ayudar a generar y resolver el problema de la organización del partido".

La relación entre Capitanich y Kicillof es muy cercana, estratégica. Algunos dicen podría ser su jefe de campaña para las elecciones presidenciales, pero ciertamente cree y ha dicho, en publico y en privado, que la interna debe resolverse más adelante.

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Hoy el sol es Kicillof, todos giran alrededor de él y muchos creen que, al igual que en el sistema solar, los planetas no tienen luz propia si no que reflejan la de él.

Esta semana se dio un encuentro importante protagonizado por los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Los gobernadores del PJ tuvieron dos temas en agenda: por un lado, la discusión respecto de la conducción del espacio, pero por otro unificar fuerzas para garantizar fondos a las provincias en el Presupuesto 2025.

Candidato. El gobernador de La Riola, Ricardo Quintela, podría ser el próximo presidente del Partido Justicialista.

El objetivo, aspiracionalmente, es crear un bloque en el Congreso entre la representación de cada provincia y sumar apoyo de la oposición dialoguista, generando una fuerza critica que limite el accionar del oficialismo y lo obligue a sentarse a negociar en particular el tema de los fondos.

El argumento esta sostenido en base a que no se trate de cuestiones ideológicas sino de "parar la sangría de fondos" (en palabras de uno de ellos) y "defender a las provincias".

En la previa a ese encuentro, Ricardo Quintela afirmo que esta "cerca" de ser el nuevo presidente del peronismo.

"Voy a ser presidente...creo que voy a ser presidente. Estoy trabajando para eso, me interesa trabajar por la unidad del peronismo, no estamos en contra de nadie", dijo. Dentro del peronismo, por ahora, le ponen un signo de interrogación a sus intenciones.

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En los próximos días, se dará lugar a la reforma de la carta orgánica partidaria para adoptar la representación de las minorías. Algo que, dentro del Partido Justicialista, se viene pidiendo hace bastante. Concretamente significa que las listas que pierdan una interna puedan llevar a las elecciones generales algunos candidatos en la lista que gana, siempre que alcancen un piso de votos. La pregunta ahora es cual va a ser el porcentaje de votos que se requieran para alcanzar ese piso.

En el medio de una interna con silencios, reproches y enfrentamientos, esta reforma significaría la incorporación de sectores no tan poderosos dentro del espacio, pero con la posibilidad de acompañamiento a aquellos que tengan más preponderancia.