Un escándalo de corrupción salpica al gobernador del Chaco

El gobernador del Chaco, Leandro Zdero, quedó salpicado por un hecho de corrupción que ocurrió cerca suyo, mucho antes de que fuera elegido para dirigir los destinos de la provincia.

Se trata de la condena a tres años de prisión para Aída Ayala, la ex intendenta radical de la ciudad de Resistencia, por defraudación a la administración pública.

La ex jefa comunal de la capital provincia fue encontrada culpable por otorgar de manera indebida un contrato del servicio de recolección de residuos a una empresa privada junto a otras ocho personas.

La compañía en cuestión se llama PIMP, fue la única oferente de una supuesta licitación millonaria amañada y con el cambio de gobierno no tuvo más actividad.

El fiscal Federico Carniel había pedido 10 años de cárcel para Ayala, que finalmente recibió menos de la mitad, pero que sufrió un desmayo a la hora de conocer el veredicto del tribunal.

¿Por qué afecta esto a Zdero, a cargo del Chaco hace poco menos de medio año? El dirigente del radicalismo fue secretario de Gobierno y, posteriormente, jefe de Gabinete durante la última gestión de la ex intendenta de Resisitencia, entre 2011 y 2015.

De hecho, el vínculo entre ambos se prolongó en el tiempo, ya que la hija de Ayala, Maida With, fue candidata a diputada en la lista del actual gobernador en las últimas elecciones.

Por lo pronto, la condena fue un duro golpe para quien también fuera diputada nacional de Juntos por el Cambio. No obstante, no fue su último recorrido por los tribunales chaqueños.

La ex intendenta de Resistencia enfrenta un juicio por "fraude en perjuicio de la administración pública", donde se investigan sobreprecios en un contrato de provisión de herramientas entre la capital provincial y el municipio de Quitilipi, paradójicamente donde nació Zdero.