18/02/2024
Según el estudio, la tasa de pobreza en diciembre era del 49,5% y llegó al 57,4% en enero, alcanzando así a 27 millones de personas.
De acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza en la Argentina habría llegado en enero al 57,4%, impulsada por el fuerte aumento de la inflación y del costo de la Canasta Básica Total, que marca la línea de pobreza y de la Canasta Básica Alimentaria que lo hace con la línea de indigencia.
Según los datos que surgen del informe, "Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario posdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024?, la población indigente habría pasado así del 14,2% en diciembre al 15% en enero y la tasa de pobreza del 44,7% en el tercer trimestre de 2023 a 49,5% en diciembre y al 57,4% en enero.
En el estudio, la UCA da a conocer su metodología de investigación: "para ponderar el agravamiento de la situación social se realizaron dos ejercicios de simulación en función de los ajustes aplicados a los microdatos de la EDSA (Encuesta de la Deuda Social Argentina) del tercer trimestre de 2023. El primero recalcula el nivel de indigencia y pobreza en la situación de incremento de canastas y actualización de ingresos laborales y no laborales de diciembre de 2023. El segundo de los ejercicios reproduce la situación de costos de canastas y los ingresos laborales y no laborales de los hogares de enero de 2024?.
La abrupta devaluación de la moneda y la escalada sin freno de los precios de productos de la canasta básica, están golpeando fuertemente en la capacidad de compra de los sectores medios, que rápidamente pasan a engrosar las dramáticas cifras de pobreza en la Argentina. Tal es así, que en los dos primeros meses de gobierno de Javier Milei se produjo tal caída en la capacidad de compra que millones de personas cayeron en la pobreza.
Proyectado a todo el país habría casi 27 millones de personas pobres, de los cuales 7 millones serían indigentes.
Analistas coinciden en que estos indicadores sociales deben haber retrocedido aún más en febrero porque los haberes de jubilaciones y pensiones se mantuvieron sin cambios con relación a diciembre y enero, no hubo hasta ahora actualización del salario mínimo ni de la prestación por desempleo, hubo aumentos salariales en muy pocos gremios y se agravó la caída de la actividad económica, con un descenso de los niveles de empleo.
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