Ya son 6000 las toneladas de alimentos que el Gobierno tiene almacenados y no entrega

A pesar del fallo de la Justicia que lo obligaba a darle celeridad y definir los pasos a seguir para distribuirlos lo antes posible, el Gobierno Nacional aún tiene almacenados los alimentos que deberían ser destinados a comedores y merenderos de todo el país.

Luego que la administración de La Libertad Avanza apelara la resolución del juez federal Sebastián Casanello, trascendió que la cantidad de productos retenidos en los galpones pertenecientes al Ministerio de Capital Humano asciende a 6.000 toneladas, con el agravante de que muchos de ellos vencen en los próximos meses.

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La propia cartera, a cargo de Sandra Pettovello, reconoció que tiene 339.867 kilos de leche en polvo, que en formato líquido representan dos millones de litros, cuyo vencimiento llegará en julio.

La situación no solo puso en jaque a miles de comedores y centros de asistencia de todo el país, sino que también generó un foco de conflicto con gobernadores y dirigentes de la oposición.

Miles de comedores comunitarios tuvieron que cerrar por haber dejado de recibir asistencia del Estado.

De hecho, uno de los que salió a cuestionar su accionar fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof: "El mismo Gobierno nacional que tiene toneladas de alimentos sin distribuir, desertó de sus obligaciones e interrumpió la construcción de los Centros de Desarrollo Infantil", cuestionó.

Desde que se conoció la noticia, en las filas de La Libertad Avanza ensayaron varias explicaciones: que era comida guardada para distribuir en caso de catástrofes y que no se entrega porque existen varios comedores inexistentes o en situación irregular son las dos más repetidas.

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Por lo pronto, la Cámara Federal convocó a representantes del Ministerio de Capital Humano para que expliquen cuáles son los motivos por los que no reparten los alimentos.

Sin embargo, la falta de asistencia de parte del Estado perjudicó a una gran cantidad de comedores que sobrevivían a pulmón y ante esta crisis tuvieron que bajar las persianas.