23/05/2024

opinion

A la espera de una posibilidad

Después de la baja de las tasas de interés que se registrara la semana pasada, donde el Banco Central de la República Argentina llevó la tasa de referencia de política monetaria del 50% anual al 40% para los doce meses, los datos empezaron a bajar al ciudadano de a pie.

Por
Matías Frati

Una de las medidas que favorece con esta decisión es que las tasas para el pago de refinanciaciones de tarjetas de crédito también se redujeron, en línea con lo anterior. Y esto es "música para los oídos" de miles de familias que mes tras mes tuvieron que refinanciar sus consumos, que por otro lado venían siendo una necesidad para poder subsistir.

¿Por qué bajan las tasas de refinanciación? Simple: el costo de refinanciar un impago mayor de $ 200.000 es equivalente a la tasa de los créditos personales que el banco o la entidad emisora de la tarjeta usó el mes anterior, multiplicado por un coeficiente de 1,25. Es decir, que a la tasa de préstamos personales se le agrega el 25%.

Lo que ocurre es que al bajar las tasas en general y hacerlo en ese marco la tasa de préstamos personales, también va cayendo la tasa de refinanciación de tarjeta de crédito. Y esto favorece ampliamente a las personas con deudas con los plásticos.

Hay que aclarar, también, que todavía está vigente una disposición del BCRA por la cual se fijaba el topo de 122% anual para la refinanciación de los impagos inferiores a los 200.000 pesos. Eso debería ser resuelto a la brevedad por la entidad monetaria, para evitar que al seguir bajando las tasas de interés la protección que regía para los consumos más bajos quede por encima de la tasa "libre" que le aplican los bancos a quienes tienen mayor nivel o capacidad de endeudamiento.

Además, hay que decir que las tasas de los créditos personales tendieron a la baja de manera considerable desde el último tiempo, con caídas porcentuales que van desde el 20 hasta el 60 por ciento, si se compara el último dato de abril contra lo que se cobraba en diciembre del año pasado.

Con este panorama, aunque el consumo se encuentra muy retraído por la depresión que atraviesa la economía argentina en general, es interesante observar que también los planes de financiación del sistema oficial "Cuota Simple" (que reemplaza al Ahora 12) empezaron a ampliar los plazos de financiación para la mayoría de los rubros de servicios y bienes durables. Por ejemplo, lo que antes era un plan de 3 y 6 cuotas fijas ahora tiene el componente de ampliación a 9 y 12 cuotas. Esto favorece al consumidor para el caso de compra de productos de larga duración y al vendedor que quiere poder vender sus mercaderías para darle flujo a la caja.


Mejora la venta de autos

Sin que todavía sea la panacea ni mucho menos, abril mostró una mejora en la cantidad de autos que se vendieron a través de las agencias y concesionarias. El dato de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), muestra que hubo un incremento del 28,4% contra las ventas de marzo previo. Esto implica una clara mejora en las oportunidades comerciales para los operadores del sector y un leve cambio del interés de compra de las personas, que tal vez están recuperando algo de la confianza que habían perdido. No obstante, también es un 5% menos que las ventas de abril del año pasado, que es el dato clave para medir como se encuentra actualmente el negocio automotor.

Para completar la foto, hay que ver qué pasó con los coches que se vendieron. Según ACARA, el 65% de ellos fueron vehículos nuevos y el restante 35% fueron transferencias de usados, todos estos son datos que corresponden a la modalidad de venta con financiación, totalizando bajo ese formato unos 19.079 autos.


Poco margen de maniobra

A pesar de que todavía falta mucho para que el país se recupere del letargo en el que se encuentra económica y financieramente, hay algunos síntomas que empiezan a mostrar un cambio de tendencia. De aquella apocalíptica visión de que no había oportunidades de mejora que se tenia al final del año pasado, a una luz de esperanza que se avizora en el tiempo, con proyección al final del corriente.

Sin el pacto de mayo con los gobernadores, como se pensaba que iba a ocurrir, el Gobierno de Javier Milei deberá hacer más equilibrio del imaginado para sancionar leyes que considera clave para la gestión, como la Ley Bases.

Pese a todo, y aunque la política no esté colaborando con el actual Gobierno, el Presidente mantiene un alto nivel de respaldo en la gente, lo que le permite maniobrar con algunas medidas que resultarían impopulares en otro contexto, pero que en actual escenario de crisis parecen ser la única posibilidad de darle una chance más a la Argentina.

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