09/02/2025
Instalar equipo fotovoltaico en estas zonas áridas no solo permite generar una gran cantidad de energía limpia, sino que también puede contribuir a mejorar el ecosistema de una región específica.
Una
investigación publicada en la revista Scientific Reports, elaborada por un
grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Xi'an descubrió que la
instalación de grandes parques solares en zonas desérticas tiene efectos
positivos en el microclima, así como en las propiedades del suelo y la
vegetación.
En
el estudio, publicado en Nature, los investigadores siguieron un método
recomendado por la Agencia Europea de Medio Ambiente para medir los efectos
ecológicos y ambientales de la central eléctrica. Con sensores de temperatura,
humedad, radiación y viento, así como muestras de suelo para analizar sus
componentes, el estudio se centró en evaluar el impacto de esta instalación de
paneles solares en medio del desierto.
Para
analizar mejor el entorno, los científicos emplearon el modelo "Driving
Pressure-State-Impact-Response" (DPSIR), que permite medir los efectos
ecológicos y ambientales de una instalación. Este método es recomendado por la
Agencia Europea de Medio Ambiente.
En
total, se analizaron 57 indicadores y se aplicó el método de entropía para
calificar cada uno, y otorgaron mayor importancia a aquellos con menor
variabilidad.
Los
datos del estudio señalan que el área dentro del parque solar fotovoltaico de
Qinghai Gonghe, en el desierto de Tarlatán, obtuvo una puntuación de 0.4393,
catalogada como "general" por el modelo, mientras que las zonas de
transición y exterior fueron calificadas como "pobres", con
puntuaciones de 0.2858 y 0.2802, respectivamente.
Adicionalmente,
los investigadores encontraron que el desarrollo de la energía fotovoltaica
mejoraba el microclima, las propiedades del suelo y la diversidad de plantas y
microorganismos en la zona donde los paneles solares generaban sombra. También
se observaron otros efectos, como la reducción de la presión del aire y el
aumento de la humedad en el ambiente.
El
estudio concluyó que la instalación de paneles solares en la superficie del
desierto había generado condiciones más favorables para el crecimiento de
vegetación y vida microbiana. "El desarrollo fotovoltaico ha tenido un
efecto positivo en la ecología y el medioambiente en zonas desérticas",
indicaron los investigadores.
Sin
embargo, la investigación no ha finalizado. Los científicos sugieren que es
necesario realizar un seguimiento a largo plazo de los efectos de este tipo de
instalaciones, no solo para entender su impacto en la ecología y el
medioambiente, sino también para maximizar sus beneficios y minimizar posibles
efectos negativos.
Además,
destacan que, a medida que aumenta la demanda de energía renovable, se vuelve
crucial comprender cómo estas grandes infraestructuras pueden afectar los
ecosistemas locales. También subrayan la importancia de identificar las
ubicaciones óptimas para su construcción.
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