28/11/2024
Un reciente informe de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) revela cifras alarmantes para el sector industrial en Argentina desde que Javier Milei asumió la presidencia. Según el documento, en los primeros meses de su gestión se perdieron aproximadamente 120.000 empleos en el sector, mientras que 2.300 empresas cerraron sus puertas, incluyendo 1.000 pequeñas y medianas empresas (PYMES).
El informe atribuye estas cifras a una combinación de políticas económicas consideradas agresivas, como la apertura comercial, la reducción de subsidios y el desmantelamiento de programas de incentivo para la industria local. Estas medidas han generado una drástica contracción de la actividad manufacturera, agravando la situación de sectores ya golpeados por la inflación y la devaluación.
Impacto en las PYMES
Las pequeñas y medianas empresas, consideradas el motor de la economía nacional, han sido las más afectadas. Desde la Federación Argentina de PYMES, se señala que las políticas de ajuste fiscal y la eliminación de programas de apoyo han llevado a muchas empresas al borde de la quiebra. 'Sin acceso al financiamiento y con un mercado interno debilitado, muchas PYMES simplemente no pudieron sostenerse', expresó un vocero de la organización.
Reacciones y críticas
Desde la oposición y sectores sindicales, las críticas a la gestión de Milei no han tardado en llegar. Voceros de la CSI acusan al gobierno de priorizar intereses del capital financiero internacional sobre el desarrollo de la economía productiva nacional. 'Estamos viendo las consecuencias de un modelo que favorece la especulación por encima de la producción', denunció uno de los dirigentes sindicales.
En tanto, el gobierno defendió sus decisiones, argumentando que son necesarias para 'ordenar' una economía que describen como colapsada al asumir. 'La liberalización y el ajuste son medidas dolorosas pero inevitables para recuperar la competitividad', afirmó el ministro de Economía.
Panorama incierto
Con un sector industrial debilitado y un mercado laboral en crisis, el panorama para los trabajadores y empresarios argentinos luce incierto. Analistas advierten que, de no revertirse esta tendencia, el impacto económico y social podría ser aún más profundo en los próximos meses.
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