08/01/2025

Poder y obsesión

El fenómeno Milei: cuando la realidad supera la ficción

Por
Nicolás Scordamaglia

La transformación de un desconocido en líder político es un proceso complejo influenciado por varios factores. Analizar este proceso implica examinar cómo se construye su imagen y cómo se destaca en el ámbito político. La construcción de un líder lleva tiempo y experiencia en diferentes áreas. Por lo general estas personas tienen un historial de participación activa en movimientos sociales, organizaciones políticas o incluso en el ámbito empresarial antes de convertirse en líderes de masas.


Sin embargo, puede ocurrir que se acelere este proceso por intereses particulares. Los medios de comunicación juegan un papel importante en dicha construcción, difundiendo los logros, ideas y propuestas de estas personas a través de entrevistas, reportajes y noticias, utilizando las redes sociales para llegar a una audiencia más amplia, son creadores de monstruos bien decorados. Para dimensionar, sólo en el año 2018 Javier Milei tuvo 235 entrevistas en los principales canales de televisión. El uso efectivo de estas plataformas ayudó a difundir su mensaje y establecer una conexión directa con las personas.

La capacidad de liderazgo y la habilidad para conectar con la gente son fundamentales, al igual que movilizar a las personas e inspirar a más seguidores a su causa. El periodismo debe analizar cómo estas variables interactúan para comprender mejor esta transformación. Aparece otro aspecto clave en esta fábrica de dioses de barro, su discurso, aquello que dicen desde su interior. Esas palabras escritas y pensadas en un escritorio para luego ser leídas en un estudio de televisión o en un atril.

Con la ilusión de parecer improvisadas, utilizan una verborragia urbanizada, condimentada, corregida y presentada con elegancia. Los líderes políticos exitosos ofrecen un mensaje claro y convincente que resuena con las preocupaciones y aspiraciones de la sociedad, generando confianza y credibilidad y cercanía. Es el nuevo maná del cielo que aparece en el éxodo y las antiguas escrituras.

El villano que se vuelve un líder de masas

Hace años, Javier Milei, un hombre desaliñado y políticamente incorrecto, instó a los argentinos a unirnos contra los políticos. Su mensaje resonó en una sociedad frustrada y fue apoyado por personas de diferentes clases sociales, orientaciones políticas y regiones del país. Este fenómeno desafiante para otros candidatos como Sergio Massa y Patricia Bullrich los obligó a replantear sus estrategias electorales.

La situación económica desfavorable generó incertidumbre sobre las posibilidades de Massa de aumentar su apoyo electoral, lo cual benefició al candidato de LLA. Mientras tanto, Patricia Bullrich se enfrentó al reto de retener los votos liberales y avanzar hacia el centro para llegar a un posible balotaje y ganarlo. Después, en una estrategia concebida por el grupo cercano al expresidente Mauricio Macri, "Juntos por el Cambio" se unió inesperadamente a "La Libertad Avanza", cambiando su estrategia de lucha. Ahora, en lugar de combatir a la "casta" política, su objetivo era eliminar al kirchnerismo para siempre. Esta decisión refleja el famoso dicho de Sun Tzu en el libro El arte de la guerra: "Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él".


El cine también nos convida con ejemplos de cómo una persona desconocida puede convertirse en un líder de masas. En el año 1992, se estrenaba la película "Batman Regresa", donde el personaje de Oswald Cobblepot o más conocido como el pingüino, era retratado como un villano sediento de poder y venganza. En la trama, Max Shreck, se acerca a Cobblepot y le sugiere que se postule como candidato a Alcalde de Ciudad Gótica. Shreck ve en Cobblepot un títere manipulable para sus propios intereses personales.

"La política es maravillosa, puedo usar todos mis trucos sucios que ahora son legales, debí convertirme en político hace años", dice Oswald Cobblepot en una de las escenas del film. Este personaje era representado como misógino, narcisista e impulsivo. Tenía cambios de ánimo repentinos y actuaba de manera delictiva, utilizaba las anécdotas de su cruel pasado como un niño abandonado y falto de amor paterno para justificar sus actos violentos. A menudo, se dejaba llevar por sus emociones y sentimientos, lo que le hacía ser muy emotivo a la hora de expresarse. Además, disfrutaba de ser dramático y realizaba espectáculos para llamar la atención de las personas.

Otro ejemplo de reconstrucción de un villano a líder mesiánico lo encontramos en un capítulo de la segunda temporada de Los Simpsons. En éste, Montgomery Burns, dueño de la central nuclear, decide presentarse como candidato a gobernador. En el episodio la imagen del candidato es crucial para convencer a los votantes. Según Maquiavelo, en su obra "El Príncipe", es importante que el gobernante sea querido por su pueblo. En Estados Unidos, los sentimientos sobre el candidato influyen en la decisión de voto, especialmente en la credibilidad y honradez.

El principal obstáculo del señor Burns es que la gobernadora Mary Bailey es mejor valorada. Es por esto que su equipo de campaña decide mejorar su imagen, formado por una escritora de discursos, un escritor de bromas, un doctor, un maquillador y un entrenador personal. El objetivo es que el señor Burns sea más alegre y cercano a la gente.

Además, el empresario y candidato cuenta con un equipo de investigadores para dañar la imagen de la gobernadora Bailey, incluyendo un periodista, un asesino de personajes, un difamador y un revelador de escándalos. Quieren convertir a la gobernadora en la más odiada. Burns realiza diversos actos públicos para mostrar una imagen cercana a la gente, como taladrar una calle, estar en un tanque o romper una piñata. Esto le hace subir en las encuestas hasta empatar con la gobernadora.

El politólogo David Redoli destaca la importancia de combinar el storytelling (arte de contar, desarrollar y adaptar historias) y el storydoing (lo que se hace) en la comunicación política, ya que si no se ejecutan acciones coherentes con el relato la reputación del emisor se verá perjudicada. No se puede ganar la simpatía del electorado desde una posición alejada de la ciudadanía, como la de una persona rica y excéntrica. La credibilidad se construye cuando los hechos y las palabras están alineados. Un mensaje carece de credibilidad si no va respaldado por acciones concretas.

A lo largo del capítulo, se observa que se toman decisiones basadas en encuestas constantes, reflejando la volatilidad de la opinión pública. Por lo tanto, la mejor forma de medir la opinión pública sobre la imagen de un candidato es a través del voto. Es esencial que el candidato se parezca al votante medio, ya que esto proyecta una imagen más próxima a los electores.

El loco de la motosierra

Milei atrae a los jóvenes descontentos con el sistema actual. Con su forma provocadora de expresarse, alejándose completamente de la política tradicional. Esto le ayuda a ganar fieles y persuadir a los votantes de que un cambio radical en el sistema político podría beneficiar a la sociedad. Como todo producto creado por los medios de comunicación mantiene ciertas habilidades de actuación para las cámaras de televisión y generar titulares llamativos. Este nuevo golem se siente cómodo siendo provocador y violento, pues considera enemigos a todo aquel que no abrace su doctrina liberal.

En cuanto a su retórica discursiva, constantemente hace la analogía de la irrupción de leones en una sociedad de corderos, reinterpretando la canción "Panic Show" de La Renga (2000): "Hola a todos, soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida. Corrió la casta sin entender, Panic Show a plena luz del día" (Milei, 2023C).

No se puede reducir la política sólo a aspectos psicológicos, pero tampoco se puede ignorar su influencia en su comprensión. Todos tenemos cicatrices y traumas que nos conforman. Vivir duele y superar traumas no siempre es posible. Milei ha hablado públicamente sobre los maltratos que sufrió de su padre, lo cual parece haberlo marcado en su adolescencia. Parece un sujeto anclado en esa etapa de la adolescencia. Su deseo es la recuperación de la autoestima perdida."Mi viejo siempre me dijo que era una basura mi carrera"(MIlei -entrevista con el periodista Novaresio).

La figura del león de Javier Milei, con su estética pragmática y su enfoque ruidoso y lleno de gritos, refleja por un lado la necesidad de mostrar una apariencia de revolucionario y la firmeza de un líder que no negocia con la corrupción, pero que se sirve de ella para lograr sus negociados. Y por el otro busca una explosión (Lotman, 1999) que amplíe las lógicas políticas y avance hacia propuestas que no se ajusten al sistema, pero que abrirán nuevas posibilidades más allá del realismo: "No estoy aquí para guiar ovejas, estoy aquí para despertar leones. ¡Quiero oírlos rugir!" (Milei: 2021).

Esta imagen del disfraz de león otorga al líder el símbolo cultural de la rebeldía de la derecha, ya que personifica el ideal de poner fin a la élite gobernante, destruir a la casta. Estos símbolos culturales encarnan diferentes imaginarios: algunos convencen a través de los discursos de odio, mientras que otros persuaden mediante la información ambigua y falsa.

En la época del auge del individuo, debemos enfocarnos en el discurso para comprender el imaginario político y el funcionamiento de la representación del contexto. La Libertad Avanza intenta en todo momento distanciarse del discurso insípido de la política tradicional, llamando al Estado como "el gran ladrón del pueblo": "Cuánto dinero les robó un delincuente - un delincuente común - a lo largo de un año y todo lo que te quitó el Estado. ¡Vamos! ¡Son unos delincuentes! ¡Que la gente despierte y tome conciencia de que ustedes son unos delincuentes!" (Milei, 2020).

El discurso del golem libertario es considerado innovador, ya que nunca ha ocupado un cargo de liderazgo en el gobierno, y continúa presentándose como alguien opuesto a los políticos. Según sus propias palabras: "No me considero un político, sino un forastero que se involucra para acabar con la clase política. Buscó entrar al sistema para cambiar el statu quo" (Perfil, 2021). Utiliza el concepto del "loco" como una forma de establecer límites y así etiquetar a sus oponentes como parte de la "casta".

Incluso podemos considerar un nueva guerra entre el peronismo y el antiperonismo, ya que el éxito del repertorio de La Libertad Avanza radica en confrontar a la ortodoxia política, es decir, en identificar tanto al peronismo como al antiperonismo como "lo mismo". Su lema apela a la memoria emotiva del famoso lema "que se vayan todos, que no quede ni uno solo" (crisis 2001).

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A 40 años de la recuperación de la democracia, lamentablemente el discurso de odio ha prevalecido al ofrecer respuestas simplistas y fácilmente aceptadas frente a la crisis que estamos afrontando. Así lo plantea Micaela Cuesta y Ramiro Parod en su texto Intoxicados: ¿Qué hacer ante los discursos de odio? :"Las escenas de odio también pueden tomar la forma del escrache. Quizás esta sea una práctica propia del "entre" al que ya referimos. Los escraches en redes sociales se sobreimprimen sobre prejuicios históricos (contra las mujeres, minorías o identidades políticas) pero se individualizan a través del amedrentamiento a un nombre propio".

La psicoanalista Andrea Aghazarian explica que los discursos justifican el odio, e incluso cambian la responsabilidad de los actos violentos por parte de los psicópatas. Los medios hegemónicos invierten mucho dinero en la generación de información falsa, conocida como fake news, lo que promueve la discriminación por las ideas y deshumaniza al otro. Se establece una dinámica de confrontación donde se considera que solo las propias ideas son verdaderas y se identifica al otro como enemigo.

Nuevamente aparece la grieta en nuestra sociedad, el mundo como lo conocemos se ha polarizado. Así nos enseñan las autoras Zauzo Natalia y Aruguete Natalia en su texto "¿Polarización política o digital? Un ecosistema con todos los climas" cuando nos explican: "Las personas tomamos posiciones identitarias que estrechan nuestros márgenes de preferencia. Manifestamos diferencias en nuestras casas, en los supermercados, en los bares. Nos peleamos con el peluquero porque nos muestra una entrevista con el candidato que odiamos".

Debemos hacernos una pregunta hasta donde la libertad de expresión en las redes sociales puede permitir que aparezcan esos personajes que defienden doctrinas oscuras. El escritor Zakarías Zafra en su libro más reciente 'Maquinaria íntima: Cuerpo, Exilio, Memoria, Palabra, nos dice: "El acto material de escribir un post y publicarlo se va alejando cada vez más del ideal de movilizar una conversación pública por medio de las ideas. No es a la participación social a lo que apuntan las redes hoy, sino a una experiencia consumista de contenidos ordenados por la lógica del monopolio privado".

Es en estos rincones donde se fabrica un mensaje sesgado que se presenta como una verdad indiscutible. En este contexto, estos supuestos líderes mesiánicos ejercen su influencia sobre una sociedad que se siente oprimida y censurada.

¿Qué es Milei?

Quizás el cuento de Hans Christian Andersen lo defina.

En este fragmento de la historia "El traje nuevo del emperador", se narra la historia de un monarca obsesionado con su vestuario. Escucha sobre una tela invisible y decide usarla en un desfile, a pesar de no ver nada. El emperador muestra una excesiva atención a su vestimenta y se niega a admitir que está desnudo. El viejo ministro es consciente de la mentira pero prefiere callar para complacer al emperador. El niño, en cambio, es el único que dice la verdad: "¡Pero si no lleva nada!"

El rey está desnudo.

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