13/02/2025
A pesar de que numerosos empleados públicos han aprobado el examen de idoneidad requerido para su permanencia en su puestos en los que les preguntaban sobre matemáticas, comprensión de texto y muy poco sobre sus trabajos en la administraciín pública, el gobierno, representado por Federico Sturzenegger, ha anunciado la intención de despedir a 2.800 trabajadores adicionales en el Ministerio de Desarrollo Social y Salud.
Esta medida ha generado una fuerte reacción por parte de gremios como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que organizaron un 'ruidazo' en señal de protesta. Los representantes sindicales sostienen que estos despidos son injustificados, especialmente considerando que los empleados afectados han cumplido con las evaluaciones establecidas por el propio gobierno. Además, advierten sobre el impacto negativo que esta reducción de personal podría tener en la prestación de servicios esenciales para la comunidad.
Por su parte, las autoridades gubernamentales argumentan que la medida forma parte de un plan de reestructuración destinado a optimizar el funcionamiento del Estado y reducir el gasto público. Sin embargo, esta postura ha sido ampliamente criticada por diversos sectores que consideran que se está debilitando la capacidad operativa de áreas fundamentales para el bienestar social.
La situación continúa generando tensiones entre el gobierno y los gremios, quienes exigen la revisión de la decisión y la apertura de un diálogo que permita encontrar soluciones que no perjudiquen a los trabajadores ni a la ciudadanía que depende de los servicios brindados por estos ministerios.
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