El gobierno retrasa la suba de las jubilaciones y prepara otro bono para marzo

La fórmula actual "desfavorece" a los jubilados, admite el gobierno nacional, que sin embargo demora la suba de las jubilaciones frente a una inflación galopante tras dos meses récord y prepara otro bono para marzo con el fin de contener ligeramente a uno de los sectores sociales más vulnerables en términos económicos en medio de un fuerte ajuste diseñado por la administración de Javier Milei.

"Hay bono porque la fórmula actual los desfavorece", se conoció en trascendidos periodísticos de parte del ministerio de Economía que conduce Luis "Toto" Caputo, donde se analiza, junto a la cartera de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello, una nueva ayuda mensual para los jubilados tras los refuerzos de enero y febrero, que fueron de $55.000 en ambos casos.

Aún no se saben fechas ni montos del próximo bono, pero su entrega ha sido prácticamente asegurada por el gobierno, que continúa compensando con refuerzos aislados la creciente demora en la suba de los haberes. A modo de ejemplo, y tras los registros de inflación mensual de 25,5% en diciembre y 20,6% en enero en lo que lleva la gestión de La Libertad Avanza, el Centro de Economía Política (CEPA) estima que correspondería una actualización de 29,79% sobre los montos actuales de las jubilaciones.

Con ello, la mínima pasaría de $105.713 a $137.204, todavía por debajo del Sueldo Mínimo Vital y Móvil; que, dicho sea de paso, el gobierno tampoco incrementará, según lo confirmó el propio Milei en los últimos días. De allí la insistencia en el otorgamiento de bonos paliativos, mientras el gobierno define qué hacer con una fórmula que intentó eliminar en uno de los puntos que generó más controversia del mega texto de la "Ley Ómnibus", hoy caído después de su infructuoso paso por la Cámara de Diputados.

En ese marco, por lo pronto continúa vigente la Ley de Movilidad Previsional que determina los ajustes de los haberes mediante un porcentaje de incremento trimestral. La suba se define a partir de la variación de un índice que surge de sumar un 50% del aumento trimestral de la recaudación de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) por beneficiario y otro 50% de la variación de los salarios, basada en el mayor valor entre el registro del RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores) y el índice general de salarios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).