21/04/2025

Sucesos

El Papa Francisco reapareció en Pascua y dejó un mensaje de fe ante el sufrimiento

La última aparición del Pontífice fue en este domingo.

Ayer, el Papa Francisco sorprendió a los fieles congregados en la Plaza San Pedro al participar en la misa por el Domingo de Ramos, marcando el inicio de la Semana Santa. El pontífice, visiblemente debilitado pero sin las cánulas de oxígeno que había utilizado previamente, presidió la ceremonia desde el altar principal en silla de ruedas. Su presencia, cargada de simbolismo, emocionó a los presentes, a quienes saludó con un cálido "Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa".

Durante la ceremonia, Francisco intercambió palabras con el cardenal argentino Leonardo Sandri, delegado para presidir la misa, en un gesto que resaltó su conexión con su tierra natal. Esta aparición fue la tercera intervención pública del Papa tras haber estado internado durante 38 días por una neumonía bilateral. Desde que recibió el alta médica el 23 de marzo, el pontífice había intentado retomar sus actividades, incluyendo su participación en el Jubileo de los Enfermos el 6 de abril, aunque su salud no le permitió recuperarse plenamente.

Al concluir la misa, Francisco recorrió la Plaza San Pedro para saludar a monjas y niños, quienes celebraban su aparente recuperación. Este gesto reflejó su característica cercanía con los fieles, a pesar de las limitaciones impuestas por su condición física. Su presencia en el Vaticano durante este día clave del calendario litúrgico reafirmó su compromiso con la Iglesia católica, incluso en un momento de fragilidad personal.

En el rezo del Ángelus, el Sumo Pontífice ofreció un mensaje de esperanza frente al sufrimiento: "Frente a los dolores físicos y morales, no caigamos en la desesperación ni nos encerremos en la amargura. Como Jesús, sintámonos envueltos por el abrazo providente y misericordioso del Padre". Sus palabras resonaron entre los fieles, quienes vieron en ellas un reflejo de su propia lucha contra la enfermedad y su inquebrantable fe.

Finalmente, Francisco expresó su gratitud por el apoyo recibido: "En este momento de debilidad física, sus oraciones me ayudan a sentir la cercanía y la compasión de Dios. Yo también rezo por ustedes, en especial por aquellos que sufren a causa de guerras, pobreza o catástrofes naturales". Estas palabras, pronunciadas con serenidad, subrayaron el legado de un Papa que, hasta sus últimos días, buscó inspirar esperanza y solidaridad en un mundo marcado por el dolor.

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