El secreto del rogel exprés: cómo hacer en casa el clásico argentino en solo minutos

Rogel exprés: cómo hacer en casa el postre argentino que nunca falla

Si hay un postre que nunca decepciona, ese es el rogel. Clásico, crocante, dulce y con ese toque de merengue que lo vuelve irresistible. Pero también suele ser uno de los más laboriosos... hasta ahora. Porque gracias a esta receta, ahora podés prepararlo en menos de media hora y con ingredientes que seguro ya tenés en casa.

Ingredientes simples, resultados increíbles

Para esta versión exprés del rogel no necesitás batallar con masas ni estirar la paciencia:

• Tapas de tarta hojaldradas (sí, las mismas que usás para una tarta de verdura).

• Dulce de leche repostero, generoso y firme.

• Claras de huevo y azúcar, para preparar un merengue casero que eleva todo.

El secreto: pinchar las tapas con un tenedor antes de hornearlas, para que no se inflen y queden bien crocantes. Luego, intercalarlas con capas abundantes de dulce de leche hasta formar una torre de 8 a 10 pisos. El final feliz llega con un merengue firme, brillante y, si te animás, un toque de soplete.

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Paso a paso del rogel exprés

1. Horneá las tapas
Colocá 8 tapas de tarta en una placa, pinchalas con tenedor y llevá al horno a 180?°C por 5 a 10 minutos, hasta que estén doradas.

2. Rellená con dulce de leche
Una vez frías, untá cada tapa con dulce de leche repostero y apilalas en torre. Cuantas más capas, mejor.

3. Prepará el merengue
Hacé un almíbar a punto bolita y vertelo en forma de hilo sobre claras batidas a nieve, sin dejar de batir.

4. Decorá
Cubrí el rogel con el merengue y, si querés, usá un soplete para dorarlo o agregale hilos de dulce de leche para un toque extra.

La experiencia: sabor casero, con cero complicaciones

Hacer este rogel casero exprés es tan fácil como tentador. Desde el primer bocado, el contraste entre el crujiente de las capas, la cremosidad del dulce de leche y el merengue aireado te transporta a una mesa familiar de domingo. Lo mejor: no necesitás ser pastelero ni tener tiempo de sobra.

Es el tipo de receta perfecta para una merienda improvisada, un cumpleaños express o simplemente para darte un gusto. Además, es ideal para cocinar con chicos o animarse a los postres si sos principiante.