26/03/2024
Que esté cayendo ya es un dato que podríamos catalogar de positivo, siempre teniendo en cuenta que Argentina cuenta con uno de los peores índices del planeta.
Por
Iván Carrino
El descenso de la inflación es un dato que podríamos catalogar de positivo, siempre teniendo en cuenta que Argentina ya tiene la peor inflación casi del planeta. O sea, el problema principal de la economía argentina es la elevada tasa de inflación.
Marzo es una incógnita: puede haber algún rebote de la inflación, pero también puede darse que estén estos niveles o incluso un poco más abajo. O sea, acá el gran tema fue que en diciembre, enero y febrero hubo que sincerar precios que estaban muy atrasados porque se había decidido ponerles un tope, un precio máximo, como era el dólar a $360, la nafta en esos mismos valores, los costos de las prepagas, ni hablar tarifas de servicios públicos, luz, gas, agua.
Entonces la verdad que lo que tenemos que mirar en marzo es si va a haber alguno de estos ajustes que se tengan que realizar y que no ocurrieron en febrero, y si esa magnitud resulta ser más grande entonces vamos a tener mayor inflación en marzo. Ahora, lo que va a pasar hacia adelante, entiendo que va a ser una inflación a la baja. Cuando veamos datos mensuales vamos a ver inflaciones descendentes a lo largo del año.
La inflación, como un fenómeno de largo plazo, es estrictamente un fenómeno monetario ocurrido como consecuencia de emitir mucho para financiar el déficit fiscal. Es decir, cuando hablamos de Argentina, 20 años con elevadas tasas de inflación. Ese principio, que básicamente lo aceptan todos los economistas, es un principio que en el corto plazo no tiene mucho sentido. No es que en diciembre hubo 25% de inflación porque se emitió 25%. En el corto plazo hay otras cuestiones que afectan a la tasa de inflación, como puede ser un ajuste de tarifas, un ajuste del dólar, un salto del dólar en el mercado libre.
Después también nadie niega en economía que si hay mercados menos competitivos hay precios más altos. Pero eso no afecta a la inflación porque en definitiva vos podés tener precios más altos.
Imaginemos que en Argentina tenemos -que eso es cierto- precios más altos de los pantalones de jean que los que tienen en México. Bueno, pero siempre tenemos los precios más altos. Entonces no es que está alimentando la inflación, el hecho de que los jeans sean más caros que en México. Porque la inflación es si los jeans hoy son más caros que ayer, más caros que antes de ayer y más caros que hace un año. Eso es la inflación.
Permitir importaciones debería generar más competencia y que nosotros compremos a precios más bajos. Ahora, si esa es la lógica, que abran las importaciones de todo. De hecho, me parecería una buena idea que podamos comprar cosas de otros países del mundo con facilidad como ocurre en otras partes.
No obstante, hay que tener cuidado con dejarse llevar por cuatro o cinco productos que uno agarra en el supermercado. En promedio, los precios en Argentina están más caros que en otros países. Pero también tenés el caso de otros productos que valen la mitad que en otros lugares.
Hay que mirar los datos agregados. Algunos precios estarán más caros, otros más baratos, pero como promedio los precios en dólares en Argentina han caído muy fuerte, especialmente desde el año 2018. Estos últimos tres meses hubo un dólar que se quedó quieto en el mercado paralelo y una inflación que subió 25% en diciembre, 20% en enero, 13% en febrero y claramente que hubo precios que subieron mucho en dólares.
También bajaron mucho en el pasado, entonces hay que ser cuidadoso con este tema. Pero bueno, todo lo que sea abrir importaciones y generar más competencia, bienvenido igual.
Mientras tanto, los salarios vinieron cayendo fuerte en este país por una inflación que siempre quedó por encima de lo que se estimaba. El año pasado nadie esperaba que hubiera semejantes niveles de inflación, entonces todos los acuerdos de salarios corrieron por debajo de lo que terminaban corriendo los precios.
Este año probablemente pase lo mismo, entonces ahí está la primer variable. Necesitamos una menor inflación, una inflación más predecible para que los ajustes salariales puedan ganarles. Y por predecible me refiero a que sepamos que el año que viene, por más que sea 50, bueno, que sea 50.
Probablemente veamos una inflación anual que pueda ser más grande que 270% para que después, recién hacia el fin de año, empiece a bajar ese número. Pero el segundo componente es el más importante, que es el crecimiento de la economía. O sea, para poder pagar aumentos salariales de verdad, que compren más cosas en el supermercado, necesitamos que la economía rebote y empiece a crecer, de forma sostenible y por muchos años.
Para eso necesitamos pasar algunos meses y después las reformas estructurales que intenta plantear el Gobierno: desregular, sincerar más precios, salir del cepo y, eventualmente, bajar impuestos. Todo eso hace al crecimiento más de largo plazo de la economía y eso es necesario para tener mejores salarios.
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