11/09/2024
La inflación que no afloja. Los jubilados que siguen tratando de que les reconozcan mejores haberes mensuales. El Gobierno que recurre a la represión para poder contener las protestas, en un marco de tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Imágenes de un pasado que vuelve a repiquetear como retratos polaroid de una realidad argentina que no se supera.
Por
Matías Frati
Mientras la inflación de agosto se ubicó levemente por encima de la del mes
anterior, los diputados ratificaron el veto presidencial a la reforma
jubilatoria.
Como si se tratase de dos caras de una misma moneda, la economía y la
política vuelven a estar en el centro de la escena. Esta vez con una lectura
que obliga a especular sobre el contexto presente del panorama social del país.
Y en esas especulaciones la gente sigue siendo la punta de un ovillo que se
desanda con el mismo rigor que el pasado vuelve de tanto en tanto.
Inflación sin tregua
Aunque se sabía que el índice de precios al consumidor iba a dar señales de
aceleración, todavía se especulaba con que los precios de los alimentos, que
venían estables y por debajo del indicador general, pudieran oficial de ancla
para ralentizar la suba de la inflación. Pero no fue así.
Días atrás, la Fundación Libertad y Progreso había anticipada que su
medición estaba en este valor del 4,2%. Sin embargo, el promedio de las
consultoras que mide el Banco Central de la República Argentina a través del
Relevamiento de Expectativas de Mercado auguraba un 3,9%.
Nótese que las diferencias son pocas, y que meses atrás cualquier analista
hubiera asegurado que, si el margen de error era de apenas 0,3 puntos
porcentuales, sería todo un éxito. Pero en la realidad actual las cosas no
parecen serlo, porque se espera que la medición siga dando síntomas de
relajación.
Comparado con el mes previo, la aceleración es bastante poca, teniendo en
cuenta que los precios regulados fueron los que más impacto tuvieron en el
índice, según lo anticipaban los privados que podría llegar a suceder.
Otro dato importante para considerar es la acumulación anual, que por el
momento no llega a los tres dígitos y se frenó en 94,8% mientras que en los
últimos 12 meses la inflación es del 236,7%. Esto abre la puerta a dos lecturas
importantes: la primera, es que, si se mantienen en los cuatro meses siguientes
la tendencia a la baja que se venía registrando, es muy probable que la
medición del año termine rondando el 110%. La segunda va de la mano de esta
anterior, y es la disminución drástica de la inflación anualizada, que por
momentos en el año llegó a coquetear con el 300 por ciento y que luego fue
cediendo de manera consistente hasta el valor que hoy se vislumbra que podría
llegar a frenar a finales del presente 2024.
Si se mira hacia el interior del índice se puede ver que, este mes, el
rubro vinculado a la vivienda, donde se encuadran los servicios públicos, fue
el que más aumentó, con un 7%. Le siguió la educación, con 6,6% que llegó de la
mano de las subas de los valores de las cuotas de los colegios privados.
Finalmente, transporte midió 5,1% por el incremento de los servicios públicos
de transporte.
La comida fue de los que tendieron a sostener niveles por debajo de la
inflación general, con un aumento en el mes del 3,6% mientras que vestimenta y
calzados tuvo una variación del 2,1%, debido a que el consumidor no tiene
demasiado excedente para poder afrontar los precios que se ofrecen.
Jubilados en picada
A la par de aquel dato inflacionario que bajoneó las expectativas de los
más optimistas en cuanto a la recuperación del costo de vida, los jubilados
tuvieron una mala noticia: el congreso, por intermedio de la Cámara de
Diputados, confirmó el veto presidencial a la ley de reforma jubilatoria.
De esta manera, los intentos de los diputados de la oposición y algunos
radicales -entre ellos- de aumentar los haberes jubilatorios por fuera de la
voluntad del Poder Ejecutivo se vieron frustrados, por la ratificación de los
legisladores al veto del presidente Javier Milei.
Afuera del congreso, y como ocurriera en 2017, una serie de incidentes se
registraban por la tarde del miércoles 11 de septiembre, en las inmediaciones
del palacio legislativo después de que la Cámara baja confirmara el veto
presidencial a la ley que buscaba incrementar las jubilaciones.
Según trascendió, los manifestantes, entre los que había jubilados y
organizaciones políticas, fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la
Policía Federal después de haber tirado las vallas de seguridad que rodeaban la
zona.
Argentina atraviesa un momento de definiciones importante donde todo hace indicar que habrá que seguir esperando por una salida definitiva de la crisis, que por el momento solo se puede proyectar para el año entrante.
Los jubilados tuvieron una mala noticia: el congreso, por intermedio de la Cámara de Diputados, confirmó el veto presidencial a la ley de reforma jubilatoria.
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