27/03/2024
Está claro que la pobreza está subiendo en Argentina, que venía subiendo ya hace tiempo. La inflación es una máquina de generar pobreza, sube el precio de los alimentos, sube la pobreza. Lo que ha pasado de distinto el último tiempo es que subieron mucho los alimentos y no subieron los ingresos.
Por
Daniel Arroyo
Está claro que la pobreza está subiendo en Argentina, que venía subiendo ya hace tiempo. La inflación es una máquina de generar pobreza, sube el precio de los alimentos, sube la pobreza. Lo que ha pasado de distinto el último tiempo es que subieron mucho los alimentos y no subieron los ingresos.
El pan cuesta $2.000, la leche $800, y el kilo de asado $8.000, y sin que se acomoden los ingresos, lo que tenemos hoy es un aumento muy claro de la pobreza, que para mí genera tres cosas.
Por un lado, nueva pobreza, gente que se cae, que no le alcanza, que no llega, que está ahora en situación de pobreza y que no lo era históricamente. En segundo lugar, un problema de nutrición. Se come mucho fideos, harina, arroz, polenta. Y en tercero, el tema del endeudamiento. Mucha gente que se endeuda porque no le alcanza y termina tomando crédito en la financiera de esquina al 500% de interés anual. Yo creo que es esa la realidad hoy en Argentina.
El Gobierno va a un esquema que es generar recesión, parar la actividad económica. No es que lo crea yo, es lo que dice el propio Gobierno. Caída del empleo y caída del consumo sobre el supuesto de que si hay recesión y hay parate de la actividad económica, en un momento se estabilizan los precios.
Puede ser eso, eso es teoría y es probable que si nadie tiene plata la leche no siga aumentando, pero eso va a ser con dos terceras partes de la población afuera. Yo creo que hay que tomar dos medidas ya urgentes hoy para la coyuntura.
Una es lograr que haya alimentos en los comedores. Está claro que el Gobierno tiene que crear una política para lograr fortalecer y reforzar la asistencia alimentaria con el sistema, con el modelo que quiera, pero está claro que es muy necesario, que está faltando comida en los comedores.
Y segundo, hay que desendeudar a las familias. Se presentó un proyecto de ley para que aquel que debe hasta $200.000, estamos hablando del que tomó crédito para el guardapolvo de los chicos, para el alquiler, no devuelva más del doble. No puede estar devolviendo cinco veces lo que tomó porque el crédito es el 500% de interés anual.
Si logramos esas dos cosas, que haya comida en los comedores y empezar a desendeudar a las familias. Por lo menos, le estarían poniendo un piso a la caída social.
A mí me parece que el Gobierno tomó la decisión de hacer una cosa de shock, rápido y a lo bestia, a lo que sale. La mirada que tienen es que durante el gobierno de Macri se hizo por etapas, paulatinamente, y que no funcionó. Lo que está haciendo el Gobierno es un experimento. Es nada de Estado y todo el mercado a lo bestia.
Está claro que la sociedad votó un cambio, que está cansada del Estado, porque se mete en cosas que no tiene que meterse; estaba agotada, está cansada del peronismo y buscó un cambio. Eso no hay duda.
No obstante, lo que está haciendo el Gobierno no existe en ningún lugar del mundo, dicho por el propio Gobierno. Es decir, esta cosa de nada de Estado y todo el mercado a lo que dé lugar. El mercado es todo, el Estado no regula ni las tarjetas de crédito ni las obras sociales, ni nada de nada. Eso es absurdo. Tiene esta lógica, y es hacerlo todo de golpe y ya, y tiene esta idea de que en algún momento la recesión va a terminar estabilizando los precios.
Yo no creo nada en este camino. Me parece que es absurdo lo que se está haciendo, que es algo que no tiene ningún sentido, pero esa es la lógica que está encarando el Gobierno, y en los barrios lo que hay es mucha gente que la está pasando mal y también gente que tiene expectativas, que dice ' bueno, esperemos, vamos a ver, capaz que después de tanto lío...'. En los barrios convive mucha gente angustiada, que no le alcanza en serio, con otras personas que tiene alguna expectativa aún.
El Gobierno tiene que buscar un punto de equilibrio, tiene que empezar a reconstruir ingresos. Más allá de lo que crea sobre lo macroeconómico y más allá de que crean políticas de shock, no puede ser esto un esquema que es a lo que sale, como sale, y un ajuste brutal.
El Gobierno está sobre cumpliendo las metas con el Fondo Monetario, que le planteó unas metas y le respondieron que iban a hacerlas más duras todavía. Y la única manera que tienen de hacer esto que está planteando es que las jubilaciones bajen mucho respecto a la inflación. No hay otra manera, porque las jubilaciones son 60% del gasto.
Entonces lo que están haciendo es achicando fuertemente y complicando la situación de los jubilados, de los laburantes. Esto de hacer todo a lo bestia no tiene ninguna lógica, no tiene ninguna racionalidad. Espero que en algún momento el Gobierno encuentre algún equilibrio.
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