04/12/2023
La Libertad Avanza atravesará 2024 con una "ley de leyes" diseñada por Sergio Massa hace doce meses, lo que otorga ciertas ventajas pero deberá ser bien piloteado. Los motivos. El panorama legislativo.
El plan de estabilización y el shock de ajuste fiscal que impulsará el presidente electo Javier Milei no tendrá como base una "ley de leyes" propia, ya que en las últimas horas la cúpula de La Libertad Avanza (LLA) decidió que no enviará al Congreso su proyecto de Presupuesto 2024 y, en cambio, prorrogará el de la gestión saliente. De esta manera, el mandatario entrante deberá acotarse durante sus primeros doce meses de gobierno a los lineamientos económicos planteados en 2023 por el titular de Hacienda Sergio Massa.
"Nosotros el Presupuesto 2024 lo desestimamos, vamos a continuar con el Presupuesto 2023 y vamos a empezar a trabajar en un nuevo Presupuesto para el siguiente año", proclamó el diputado electo Carlos D'Alessandro, quien es una de las principales caras del cuadro liberal libertario en el parlamento. Allí debería enviar Milei, a través de su futuro ministro de Economía Luis "Toto" Caputo, la "ley de leyes" para su gestión, que plantea un punto y aparte en términos fiscales y que, sin embargo, mantendrá extenderá la normativa sancionada hace un año.
La decisión se basa en que la propuesta del equipo económico sería "muy disruptiva" como para que el Congreso la apruebe en forma, pero más todavía en tiempo, debido al apretado calendario legislativo que se inaugurará el 7 de diciembre con el recambio de miembros en las Cámaras Alta y Baja. Probablemente haya influido también el hecho de que la nueva composición no beneficiará a LLA: el flamante oficialismo será la tercera minoría en un parlamento que operará sin mayorías, y, por tanto, tendrá que salir en busca de acuerdos para lograr sancionar los proyectos del Ejecutivo.
En este marco, la opción elegida fue prorrogar el Presupuesto 2023: el texto económico vigente en la actualidad es el último diseñado por Massa, que estimaba una inflación anual del 60%, un crecimiento del 2% y un déficit fiscal de 1,9%. Ninguno de esos valores fue alcanzado por la administración saliente, que redactó el texto luego de haber prorrogado en 2022 el programa anterior, diseñado por Martín Guzmán. Por aquel entonces, Milei era miembro de una pequeña bancada de cuatro diputados libertarios al fondo de la Cámara Baja.
De esta manera, parte de la futura gestión financiera se basará en reasignar las partidas diseñadas hace doce meses en base a índices y tendencias económicas que han quedado obsoletas como mínimo. Sea todo dicho, no contar con un presupuesto propio también traerá ciertas libertades para la administración entrante, ya que permite un movimiento algo más discrecional de los fondos, que además estarán totalmente inflamados en términos nominales por una creciente inflación que cerrará 2023 alrededor del 150% y que se proyecta al doble para el año próximo. Con este panorama, LLA confía en que podrá implementar las medidas que busca.
En el Ejecutivo, la tarea recaerá en Milei, Caputo y el eventual jefe de Gabinete Nicolás Posse. En el Legislativo, será la misión de los representantes de LLA concretar acuerdos con sus contrapartes, pero la gestión será imposible sin la colaboración de las filas superiores, en particular del presidente electo y de los líderes del Juntos por el Cambio (JxC). Y quienes tendrán la crucial tarea de conectar los dos poderes serán la vicepresidenta entrante Victoria Villarruel y el diputado Martín Menem, futuros titulares de la Cámara Alta y Baja respectivamente.
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