La UCR convocó a una reunión de urgencia para sancionar a los diputados que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria

La reciente victoria del gobierno de Javier Milei en el Congreso, con la consolidación del veto a la reforma jubilatoria, desató una fuerte polémica dentro de la Unión Cívica Radical (UCR). El respaldo de varios diputados radicales al oficialismo no solo sorprendió a muchos, sino que también provocó una crisis interna en el partido, con demandas de sanciones y posibles expulsiones en curso.

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Este lunes, la Convención Nacional de la UCR, encabezada por Gastón Manes, convocó una reunión de urgencia para abordar la situación. "Ya hemos hablado con el 90% de los integrantes de la mesa individualmente", reveló uno de los representantes de la cúpula radical. La decisión sobre si imponer sanciones a los diputados implicados se tomará "en el momento" durante el encuentro.

El conflicto se centra en los diputados Mariano Campero, José Federico Tournier, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol, quienes votaron a favor del veto a la reforma jubilatoria y se reunieron con el presidente Milei en la Casa Rosada antes de la votación. Este apoyo al oficialismo ha sido visto por algunos sectores de la UCR como una traición a los principios del partido, que tradicionalmente ha defendido una postura crítica hacia las políticas del gobierno actual.

Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional, expresó su frustración y señaló que esta situación marca un "punto de inflexión en la historia reciente del radicalismo". En declaraciones radiales, Manes afirmó: "Con esta laxitud, que viene desde los tiempos de Juntos por el Cambio, el radicalismo fue perdiendo protagonismo. La UCR tiene una definición y no vamos a dejar pasar este mamarracho político de estos dirigentes".

Manes también adelantó que, aunque el Tribunal de Ética del partido es el organismo encargado de sancionar de manera definitiva, se están considerando medidas preventivas para los legisladores involucrados. Según el dirigente radical, existe una "voluntad de ser duros" entre los 15 miembros de la mesa directiva de la Convención Nacional.

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La situación se ha complicado aún más con las declaraciones de los propios diputados. Martín Arjol, uno de los legisladores en cuestión, desafió abiertamente al partido, diciendo: "Si el partido tiene que tomar la decisión de expulsarnos, que la tome ya". Arjol también cuestionó a los miembros de la UCR que ahora piden su expulsión, recordando que "los mismos que me quieren echar son los que hace dos años tenían otro bloque".

El clima de tensión dentro del partido es palpable y refleja una profunda división sobre el futuro rumbo de la UCR. Mientras algunos miembros del partido consideran que el apoyo al veto presidencial es un acto de pragmatismo político, otros lo ven como una traición a los valores históricos del radicalismo. La reunión de urgencia de este lunes será crucial para determinar el rumbo a seguir y resolver el conflicto interno que ha puesto a la UCR en el centro de una controversia política significativa.