04/02/2025
Sancor comenzó un proceso de reestructuración que incluye cientos de despidos en sus plantas de Gálvez, Sunchales, La Carlota y Balnearia, como parte de una serie de ajustes operativos debido a la falta de inversión privada y una caída en la productividad. La medida se tomó tras la paralización de la producción y la demora en la llegada de un grupo inversor, que aún no ha concretado su arribo.
Los empleados de las plantas, que algunas ya se encontraban inactivas, recibieron los telegramas de despido en los últimos días. En los documentos, la empresa especifica que la decisión se debe a 'razones de fuerza mayor ajenas a la voluntad de la compañía' y que se garantizarán los pagos de indemnización y liquidaciones conforme a la ley. Desde el sindicato de trabajadores del sector (ATILRA) aún no han emitido un comunicado oficial, aunque se reazlizaron reuniones internas para evaluar los próximos pasos.
Según fuentes cercanas a la empresa, la principal
causa de los despidos es la falta de trabajo, debido a la escasez de materia
prima y la reducción en el volumen de producción. 'No se justifica mantener
toda la estructura operativa con plantas paradas y poco volumen de negocio',
explicaron desde Sancor. A pesar de que la empresa sigue negociando con un
grupo inversor para lograr un rescate, no se ha cerrado ningún acuerdo
definitivo, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la
cooperativa.
Sancor atraviesa una grave crisis financiera desde
su reestructuración en 2016, con una deuda superior a los 400 millones de
dólares, lo que ha llevado al nuevo directorio, encabezado por Oscar Sapino, a
intensificar la búsqueda de inversores privados. En sus mejores tiempos, la
empresa llegó a procesar 4 millones de litros diarios y contaba con un personal
de 5.100 trabajadores, pero actualmente esa cifra se ha desplomado a unos
250.000 litros y sólo 1.350 personas, sin contar los recientes despidos.
La cooperativa ha cerrado varias plantas en los
últimos años, y las interrupciones en la producción continúan afectando tanto a
las plantas en Córdoba, donde se fabrican quesos, mantecas y cremas, como a la
planta emblemática de Sunchales, que estuvo sin producir durante diez meses el
año pasado.
A medida que la crisis se profundiza, las decisiones
clave sobre el futuro de Sancor, al ser una cooperativa, deberán ser aprobadas
en asamblea por los socios, lo que añade un elemento adicional de incertidumbre
a la ya complicada situación financiera de la empresa.
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