04/01/2024
El acuerdo de intercambio de monedas quedó paralizado cuando asumió el nuevo gobierno, luego de las declaraciones de campaña que hizo el entonces candidato a presidente asegurando que: "no voy a hacer negocios con ningún comunista".
Pocos días luego de la asunción del presidente Javier Milei, el gobierno chino dio marcha atrás con la liberación del último tramo del swap que habían negociado con el exministro de Economía,Sergio Massa, y el expresidente, Alberto Fernández. Ese intercambio de monedas tiene vencimiento en agosto de 2026 y, si para ese entonces no se alcanza un nuevo acuerdo con el gigante asiático, Argentina deberá desembolsar un pago superior a los u$s5.000 millones para reponer los yuanes que se utilizaron.
Teniendo en cuenta la postura de Javier Milei con respecto a China, y los duros agravios que éste tuvo para con ese país, antes de ser electo presidente, cuando dijo: "No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los comunistas no entran ahí. Los chinos no entran ahí, el presidente Xi Jinping respondió rápido ante ese desprecio y dio marcha atrás con la liberación de fondos frescos que iban a otorgar un oxígeno de u$s6.500 millones a la liquidez del Banco Central para hacer frente a importaciones o pagos de deuda, como sucedió anteriormente con el Fondo Monetario Internacional.
Esos desaires hacia el segundo socio comercial de la Argentina, siguieron con los elogios de distintos integrantes del Gobierno a Taiwán (en conflicto con China) y se plasmaron en la renuncia a los BRICS, que se oficializó a comienzos de esta semana, pero que la Canciller Diana Mondino ya venía anticipando. De ese modo, nuestro país, a través del gobierno, rechazó participar del bloque de emergentes: Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía e Irán, que se sumaron como socios plenos.
Este rechazo dejó al país sin posibilidades de acceder a fondos del Nuevo Banco de Desarrollo que ya financia obras de infraestructura por más de u$s38.500 millones en todo el mundo. También se presume que complicaría los avances que se habían hecho con el Banco de Desarrollo de Brasil y no allanaría el camino para la llegada de dólares saudíes.
El swap con China (o intercambio de monedas) tiene que ver con unos u$s5.000 millones que el gobierno de Fernández usó para acelerar importaciones de insumos. A eso hay que sumar los intereses. Altas fuentes que participaron de la última negociación dejaron trascender que el acuerdo actual vence en agosto de 2026 y que, si para ese entonces no se negocia una nueva extensión, hay que pagar.
No es un dato menor. La acumulación de reservas es un punto central del programa económico, sobre todo si se piensa en eliminar las restricciones cambiarias. Además, hasta el momento no hay prueba alguna de que los mercados estén dispuestos a dotar al Gobierno de fondos frescos. Deuda con el Fondo Monetario, con el club de París, con acreedores privados, juicios en tribunales extranjeros y más. El cronograma de vencimientos no luce sencillo para los próximos años.
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