03/01/2024
Entrevista exclusiva: "Hoy debe primar el pragmatismo político en detrimento del dogmatismo ideológico. La decisión sorprende". Consecuencias económicas y políticas. Cuestión Malvinas. ¿Ya pasó el tren?
"El rechazo de la Argentina a integrarse a los BRICS responde a una sobreideologización de la política exterior", avisan los especialistas desde el Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior (OCIPEx) tras la decisión del gobierno de Javier Milei de declinar la invitación al bloque de economías emergentes. El análisis expone una disrupción con respecto a la postura diplomática mantenida por la Casa Rosada durante décadas de gestión multilateral: "Hoy debe primar el pragmatismo político en detrimento del dogmatismo ideológico. El país quedó mal parado".
"La decisión de Milei responde a motivos ideológicos, lo cual es profundamente perjudicial para los intereses de nuestro país. La política exterior de la Argentina debe estar enfocada en proteger y defender el interés nacional, no en responder a la ideología de un gobierno de turno", advierte en diálogo exclusivo con este medio Salvador Scarpino, licenciado en Relaciones Internacionales y miembro del OCIPEx: "La forma de llevar adelante las relaciones internacionales en el siglo XXI es muy diferente a lo que estábamos acostumbrados en el siglo XX. Hoy prima el pragmatismo político en detrimento del dogmatismo ideológico".
1. El rechazo del nuevo #presidente argentino a formar parte de los #BRICS impide la inserción de nuestro país al bloque emergente que representa el motor del crecimiento #económico mundial, contrapuesto al anquilosamiento parcial del #G7 y el Norte Global en las últimas décadas pic.twitter.com/rti2mI4OvL
Con todo, los expertos leen detrás de la determinación del presidente Milei y la canciller Diana Mondino una inclinación a la "sobreideologización de la política exterior y las relaciones internacionales", tendencia que "puede llegar a ser muy perjudicial para la Argentina" en el panorama mundial actual. Al respecto, remarcan: "No era necesario alinearse con un polo de poder o con otro. Eso pasaba en el siglo pasado. Hoy en día se puede tener una política exterior como la de Brasil, por ejemplo; se puede ser miembro de los BRICS y al mismo tiempo generar un muy buen vínculo con Estados Unidos".
En cambio, el Observatorio indica que la decisión del gobierno de no incorporarse al grupo internacional integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica puede leerse como un "guiño" al bloque occidental del "primer mundo". Al respecto, Scarpino menciona: "Claramente el mensaje que da Milei es el del alineamiento automático con Estados Unidos. Pareciera que se intenta replicar lo mismo que en la década de 1990 pero en un escenario totalmente distinto, donde norteamérica, la OTAN, el G7 y la Unión Europea ya no representan el mismo empuje y potencial económico que tenían hace 30 años".
Así lo evidencian los indicadores económicos: "Los BRICS representan un bloque comercial importante para la Argentina. Según calculamos desde el OCIPEx, el 36% de las exportaciones de nuestro país fueron a los cinco países de los BRICS, en contraposición a los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, que en su conjunto representaban un poco más del 25%. Además, en 2023, los BRICS ya superaron en Producto Bruto Interno (PBI) al G7. Está en reconfiguración la distribución de poder mundial y diversos actores que han emergido a la escena política con mercados enormes y un potencial terrible".
Sin embargo, la política no es una ciencia lineal, y las consecuencias de la declinación al bloque son "difíciles de determinar" en el plano económico. Sin perjuicio de ello, las piezas se juegan en el plano diplomático. "Si bien el hecho de que la Argentina no ingrese a los BRICS no significa que va a disminuir su comercio, cortar relaciones ni nada de eso, lo que sí va a haber es un enfriamiento de las relaciones políticas que puede que tenga repercusiones en materia económica. El rechazo significa un desplante diplomático importante, sobre todo para países como China, que no lo ve con buenos ojos por su manera de concebir la política internacional", comenta Scarpino.
"La Argentina quedó mal parada. La invitación de la Argentina a los BRICS se dio por una serie de políticas de Estado en materia de política exterior de parte de gobiernos de diferente signo político, tanto los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner como el de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández, que tuvieron una continuidad en la que se buscó afianzar el vínculo con Brasil a través del Mercosur y con China, India, Rusia... Es algo que se venía construyendo desde hacía varias décadas; no se dio de la noche a la mañana, no fue casualidad y no fue suerte. Y que de un día para el otro se pegue un volantazo de esta manera no es bien visto", agrega el especialista.
Otro tanto debe decirse sobre la influencia que pueden tener estas naciones sobre la cuestión Malvinas, un tema que está en agenda en una semana signada por el 191° aniversario de la usurpación británica de las islas. Acerca de este punto, el experto, coordinador del grupo de trabajo de Eurasia del OCIPEx, subraya: "Rusia, China, India, Sudáfrica y Brasil reconocen el reclamo de soberanía argentino, y el país habría tenido mayor influencia para sentarse a negociar. Esas son las oportunidades que pierde la Argentina por rechazar el ingreso a los BRICS: influencia política en el escenario internacional".
Mas el tren no pasó todavía -"en política nunca pasa el tren", sopesa-, y la Argentina podría tener eventualmente la posibilidad de incorporarse nuevamente a los BRICS. Esta vez, sin embargo, dependerá de los gobiernos de los países que integran el bloque. Así lo analiza Scarpino: "Si nos basamos en las tradiciones en materia de política exterior de la mayoría de los gobiernos argentinos y lo que se acostumbra normalmente en la diplomacia, la verdad que esta decisión sorprende. A uno le cuesta entender por qué Milei optó por quedar tan expuesto de esta manera. Pero siempre hay revancha".
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