Una moneda digital para abrirse al futuro

Desde el Gobierno entienden que la puesta en marcha de un peso digital puede ser importante para normalizar la economía argentina. Otros países también se volcaron a ese instrumento.

Pensar en que el peso pueda fortalecerse hoy en día, cuando la debilidad de nuestra moneda frente a otras lo colocan como un boxeador contra las cuerdas, parece una quimera. Sin embargo, qué bueno sería que ese púgil que está por caer a la lona sacase un golpe desde lo más profundo de su ser y revirtiera un nocaut que muchos ven como ineludible.

Fundamentalmente porque si cae el peso, se caen las posibilidades de crecimiento de millones de argentinos que todos los días se levantan bien temprano para empezar a trabajar. Y porque también se derrumban las posibilidades de aquellos que, sin laburo, hoy todavía sueñan en una mejora que los vuelva a insertar y poner competitivos en el mercado de trabajo.

Moneda Digital Argentina

Ya se había hablado -hace un par de años atrás- de una moneda digital argentina (MDA), solo que esta vez el ministro de Economía, Sergio Massa -también candidato presidencial por Unión por la Patria- le puso el condimento de oficialidad que la medida requiere para ser veraz. Y dijo que el proyecto para la creación de la MDA será enviado al Congreso antes de las elecciones presidenciales.

La simplificación financiera es algo que se busca como objetivo dentro del sistema. Por eso, desde el Ministerio creen que, de entrar en vigencia, este nuevo peso digital aportaría más facilidad a las operaciones digitales y generaría oportunidades, autonomía e independencia a personas y empresas. También sería un vehículo para reducir impuestos y comisiones generando incentivo de uso.

Hasta donde se sabe, MDA es el inicio de un programa de políticas orientado a evolucionar el vigente sistema de pagos digitales minoristas en el que participan las fintech, los bancos comerciales y las cámaras compensadoras bajo la supervisión y regulación del BCRA. Y el objetivo final es impulsar el uso de los medios de pago digitales, formalizando las cadenas de pago y disminuyendo el uso del efectivo.

Parece un bitcoin pero no lo es

No es una moneda que pueda ser empatada contra el bitcoin, por el valor que tiene el criptoactivo más expandido del planeta, aunque la MDA sí tiene algún grado de aproximación en el uso de la plataforma de soporte.

Para que el nuevo peso digital sea confiable deberá correr bajo las normativas blockchain, que son aquellas que le permitirían al mercado -es decir a la gente- tener certeza de la validez de las transacciones. Esto no es imposible, porque actualmente las plataformas fintech ya operan en ese formato y los bancos tradicionales van adoptando la migración de sus sistemas al mismo canal.

Sin embargo, la gran clave de esto es el señoreaje. Es decir, quien va a decidir cuantos pesos digitales son los que circularán en la economía nacional. Por caso, vale preguntarse, si será un número fijo e inflexible o si responderá a los patrones de emisión y generación nominal de la misma manera que el peso en billete. Acá será vital definir si el Banco Central de la República Argentina (BCRA) es la autoridad de aplicación de este instrumento o no. Porque por muy proba que parezca la iniciativa, dependerá de quien la gobierne para saber si tendrá éxito o si queda en un lindo y promisorio intento de catapultarse al futuro.