Islas Malvinas: el Reino Unido mantendrá desplegados sus aviones de combate en el archipiélago hasta 2027

La Real Fuerza Aérea (RAF) del Reino Unido informó que mantendrá operativos y desplegados sus cazas Eurofighter Tranche 1 en las Islas Malvinas hasta 2027. La decisión confirma la intención de Londres de mantener la militarización en el Atlántico Sur y la importancia estratégica del archipiélago para la potencia europea.

La decisión afecta al escuadrón de cuatro aeronaves tipo Eurofighter Tranche 1 desplegados en el archipiélago, que operan desde la base militar de Mount Pleasant, ubicada a 56 kilómetros de Puerto Argentino, la capital de las islas. Estas instalaciones, construidas tras la guerra de 1982, albergan también un destacamento permanente de 1.500 efectivos militares, lo que evidencia la importancia que el Reino Unido otorga a la región.

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Así son las aeronaves desplegadas por el Reino Unido en las Islas Malvinas.

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El Ministerio de Defensa británico justificó la extensión del despliegue como una medida preventiva frente a posibles amenazas aéreas. Aunque los Eurofighter Tranche 1 fueron reemplazados en el Reino Unido por versiones más avanzadas, su capacidad operativa sigue siendo suficiente para las tareas asignadas en las Malvinas. Equipados con tecnología de punta para la época en que fueron diseñados, estos cazas aseguran una presencia disuasiva en el archipiélago, complementada por sistemas de radar y apoyo logístico en Mount Pleasant.

Por otro lado, la base de Mount Pleasant, operativa desde 1985, es el núcleo de la infraestructura militar británica en las islas. Además de los cazas, cuenta con instalaciones que permiten sostener una guarnición significativa, lo que refuerza la percepción de las Malvinas como un enclave estratégico. Analistas internacionales coinciden en que esta decisión también envía un mensaje político: Londres busca consolidar su dominio en un momento en que las potencias globales intensifican su interés por los recursos del hemisferio sur.

El anuncio del Reino Unido llega en un contexto de renovada atención sobre el Atlántico Sur, donde la pesca, el petróleo y la proyección hacia la Antártida son factores de peso.